jueves, 24 de noviembre de 2011

Joseja Hombrados




El portero del Atlético de Madrid de balonmano, José Javier Hombrados, pasa por los micrófonos de Entre Tú y Yo para contarnos en primera persona cómo ha sido el regreso de la sección de balonmano del conjunto colchonero y la difícil salida de Ciudad Real. Además de eso nos hablará de sus proyectos, de su gloriosa carrera deportiva y de sus facetas más desconocidas. Todo ello en una charla amable, cercana y distendida.



Por José Luis Sainz, redactor de Entre Tú y Yo.





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El Perfil



Esta historia la protagoniza un niño madrileño de ocho años que quería hacer deporte a comienzos de los años ochenta. Al principio fue el baloncesto, pero por problemas de horario tuvo que cambiar al balonmano… y así, empezando como portero en el club de balonmano de su colegio, La Sagrada Familia, se forjó una de las leyendas del balonmano mundial.
Una mañana gris de otoño de 2011 entra por nuestro estudio aquel niño. Han pasado más de 30 años, y aquí lo tenemos: con casi dos metros de altura y unas maneras elegantes y cercanas en el trato, pero con la ilusión intacta del chavalín aquel que paraba balones por diversión en el pabellón de su colegio. Se desprende de su abrigo negro y se relaja ante nuestros micrófonos para contarnos su historia, pero también su presente, su futuro y sus ilusiones; ilusiones que pasan por ganar un título con el club de su corazón, el Atlético de Madrid. A nuestra izquierda tenemos a José Javier Hombrados. 

Aunque el guardameta colchonero trata de relajarse para nuestra conversación no puede evitar estar pendiente de su reloj, pues en menos de dos horas tiene que estar de vuelta en Ciudad Real, y el AVE no espera.
Hasta el momento de su partida Joseja o Jota, como es conocido por todos los aficionados al balonmano, nos habla de la difícil salida de Ciudad Real y de la llegada a Madrid. Y sobre cómo, una mala noticia y una buena pueden llegar a la vez. Fue salir de una ciudad cercana y cariñosa como Ciudad Real porque no quedaba otro remedio, para ir a la capital, a Madrid, una ciudad más fría pero en la que Hombrados tenía el calor de los suyos, de su familia. Con este sabor agridulce ahora juega en la capital de España aunque sigue viviendo en la ciudad manchega.
En tierras del Quijote entrena a diario junto al resto de los compañeros con la ambición de seguir engrosando su palmarés. Un palmarés envidiable al que Joseja le gustaría añadir otra medalla olímpica este verano, pues ya tiene dos de los cinco aros. La simple idea de despedirse con algún metal de los Juegos olímpicos devuelve al rostro del portero la cara traviesa y pícara del niño que protagonizaba esta historia.

Pero el niño quedó atrás y se hizo hombre no simplemente en el deporte, también se ha formado, ha estudiado administración de empresas y tiene una ideología clara en su cabeza. Que esté situado a nuestra izquierda ha sido casualidad a la hora de hacer la entrevista, pero tenemos que recordar que en ese lado de la política se encuentra más a gusto, pues se presentó a las pasadas elecciones municipales cerrando la lista del PSOE a las Cortes de Castilla-La Mancha.

En el momento de la despedida una promesa y un apretón de manos para finalizar. Esas manos que aprietan son enormes, unas manos por las que pasan gran parte de las posibilidades de ganar títulos ya sea del Atlético de Madrid o de la selección española. La promesa… es algo personal, pero que habla mucho de la grandeza de nuestro invitado.

1 comentario:

  1. Magnífica entrevista! Parece que el balonmano vuelve a recobrar importancia!

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